martes, 11 de mayo de 2010

5 de junio | Teixedal de Casaio


Teixedal de Casaio
Lugar: O Barco
Distancia: 17 km
Duración: 7 h
Dificultade: Media / Alta
Circular: SI

Lugares de Interés:
. 1.Minas de Valborraz

. 2.Val do San Xil

. 3.Arroio Penedo e Castaño

. 4.O Teixedal de Casaio

. 5.Fervenza do Penedo

. 6.Lagoa da Serpe

. 7.Campos Bercianos
Para llegar a este perdido lugar, igual que hicimos para ir a Trevinca, partimos de O Barco de Valdeorras dirección Sobradelo. Cogemos a la derecha por la OU-122 dirección Casaio - Trevinca, 34 kilómetros. Después de 24 kmt. pasamos el desvío al pueblo de Casaio seguimos a la izquierda subiendo, un poco después en el Chao da Veiga tenemos la desviación, también a la derecha, a la Ermita Nova de San Xil. Por aquí con un todoterreno y atravesando las canteras de pizarra podemos llegar cerca de las antiguas minas de Valborraz e incluso subir la Loma do Couto y acercarnos mucho al Val do San Xil muy cerca de la ruta del Teixedal. Otra alternativa sería desde el pueblo de Casaio tomar la pista hasta la Ermita Vella de San Xil y recorrer todo el valle ida y vuelta. Nosotros continuamos por la carretera hasta el refugio de Fonte da Cova, e intentamos acercar el coche por la primera pista a la derecha hasta la cantera de Alto do Campo - mismo punto de partida que para Pena Trevinca.

Actualmente el Teixedal son los restos de un antiguo bosque atlántico de la época Terciaria a los pies del Macizo de Trevinca. Su especie más característica es el Teixo, árbol singular de la familia de las coníferas, de hoja perenne y muy apreciado en la antigüedad por diversos venenosos motivos. Formando una maraña junto a los trescientos tejos, encontramos robles, acebos, avellanos y otras especies - todos los troncos están llenos de líquenes. De lejos los más oscuros son los tejos. La mejor época para visitar este paraje es a principios de Otoño, si queremos contemplar los característicos frutos rojos de acivros y teixos.

Nuestra ruta comienza a los pies de la cantera de pizarra de O Alto do Campo. Desde aquí cogemos el camino señalizado a las Minas de Valborraz, a la derecha. Después de una pequeña bajada por pista llegamos a una doble curva señalizada con postes, dejamos otra pista a la izquierda y cogemos un pequeño camino en descenso - ojo a los pocos metros abandonamos este camino a la derecha - y bajamos por un fuerte zigzag por la ladera derecha hasta el fondo del valle donde están las minas abandonadas. En menos de una hora habremos llegado. Lo primero que vemos son los antiguos barracones del personal, en distintas laderas, al llegar al camino principal cogemos a la derecha como si saliéramos del valle. Pronto veremos nuevas construcciones y en frente la Mina de los Alemanes - este lugar fue a parte de una explotación de wolfram un campo de concentración. Según un lugareño cerraron en el 63 y no queda ningún paisano vivo que haya trabajado en esas minas. Después de un kilómetro llegamos a la pista que vine de Casaio y de la Hermita nueva de San Gil, atravesando canteras. Aquí hay cartel informativo y tomamos a la izquierda dirección al río, lo cruzamos cerca de la mina y seguimos la pista en subida hasta el Paso do Carballal, media hora larga. A la derecha dejamos el Alto das Chás y nos dirigimos hasta el Paso do Seixo - dejamos el valle del Valborraz y llegamos al de San Xíl. Seguimos la pista bajando hasta que llegamos a la Fraga Mallada - pequeño robledal - y al cruce de la antigua Ermida de San Xíl a la derecha - podría ser una ruta alternativa desde Casaio. Nosotros seguimos de frente al fondo del valle. Pronto veremos que este se divide en dos, a la derecha el formado por el Arroio Castaño, Foxo Castaño, Pena Negra y a la izquierda el del Arroio Penedo, Teixedal, Lagoa da Serpe, Pena Survia - el nuestro. Después de cruzar el primer regato, a la derecha aparece una pequeña desviación a una antigua mina de hierro abandonada - si vamos preparados, botas de agua y linterna, se puede entrar. Hasta aquí sería posible llegar con un todoterreno.

Nuestra pista se convierte en una pequeña senda por la ladera de O Couto. Llegamos a otro regato, antes marcado por un hito de piedras veremos la subida de regreso - mejor no pensarlo. A 500 metros tenemos la entrada al bosque, marcada por una pequeña cascada, nos habrá llevado al menos tres horas. Pasamos los primeros árboles y llegamos a un claro que nos sirve de mirador. Seguimos la senda en dirección al río y ya estamos en la maraña vegetal, de momento no distinguimos ningún tejo - todo está muy verde y húmedo - con la hoja caída es más fácil pero mas feo. Nos adentramos hasta que nuestro camino cruza el río, ya estamos en la parte central del bosque, donde están los ejemplares más antiguos, lugar sombrío de troncos y ramas llenas de líquenes y musgo. Veremos un pequeño refugio de piedras, a la izquierda sigue la senda, subiendo con dificultad hasta llega junto a una nueva cascada. Desde aquí el camino no se ve, se intuye, sigue subiendo entre la vegetación con algún hito como marca - todo es un poco extraño, las ramas, el suelo, la luz - no te esperas un bosque así. Después de un poco de esfuerzo llegamos a un claro, volvemos a la luz, a la normalidad. Un repecho más y llegamos al pequeño Lago da Serpe - en esta época seca verde piedra. Este tramo final me ha llevado una hora.

Regresamos por el mismo camino, si lo encontramos, hasta cruzar el Arroio Pendo y coger la senda marcada de salida del bosque. Nos vamos hasta la marca de subida por O Couto. Senda en zigzag con hitos y estacas, para salvar un desnivel de 400 metros por el cordal de La Cabrita. Se sufre un poco, pero pasa, me llevó hora y media. En La Cabrita nos cruzamos con la ruta a Pena Trevinca. Solo nos falta bajar de nuevo a la cantera de pizarra y llegamos al punto de partida en un cuarto de hora. En total han sido 17 kilómetros en 7 horas, sin contar paradas.

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