martes, 14 de julio de 2009

PR-G 113 Ruta das Pontes do Lérez

Punto partida / chegada: Mosteiro de Aciveiro / Gaxín.
Lonxitude: 15,8 km.
Percorrido: Mosteiro de Aciveiro, Ponte Vella de Andón, Ponte da Carballa, Ponte do Crego, Ponte Maril, Zona do Batán, Ponte de Forcarei, Ponte de Gomail e Gaxín.
Dificultade: Media
Duración estimada: 4 horas e media.
En el año 1987 publicó el entonces cronista de Terra de Montes, Antonio Rodríguez Fraiz, un libro titulado “As pontes do Lérez”, que incluye dibujos del prestigioso artista Agostiño Portela Paz y poemas de Xosé Roxelio Otero Espasandín, el gran poeta de Terra de Montes, y de Noriega Varela, entre otros. En esta obra se recoge el amor de la piedra labrada por nuestros canteros y del río Lérez, desde su nacimiento, en el alto de San Benito, hasta que se abraza al mar en la ría de Pontevedra.
De los cuarenta puentes que cruzan el Lérez, veintitrés se hallan en el municipio de Forcarei, y dieciséis se asientan en la parroquia de Aciveiro. El primero que encontramos es el conocido como Pontiña vella da Noveliza, tras el cual aparece a Ponte do Naval Novo, en la misma aldea. Aparece después a Ponte da Barreiriña.
Le sigue a Ponte do Atranco Grande, surgido en el siglo XVI, arropado por alisos y abedules. A Ponte dos Portos, ya en el lugar de Rochela, les servía a los vecinos de este lugar para acceder al Candán, Grobas o Millerada. También en Rochela encontramos la llamada Ponte do Carballo, a la que dio nombre un grueso roble que permanece a su lado. Las aguas del río ya comienzan aquí a tener fuerza, y las pontellas y pontillóns comienzan a convertirse en verdaderos puentes firmes. Si seguimos el río encontramos el primer molino de su curso, que los de Rochela llaman muíño de Riba, al cual se accede por un puente con su mismo nombre. Un poco más abajo encontramos otro molino, el llamado muíño de Baixo, y el puente llamado Ponte de Tras da Vela, de dos vanos con tajamar.
Llegan luego los conocidos como a Ponte Vella y a Ponte Nova do Rabelo, que unen las aldeas de Forno y Vilaverde con la de Andón, y enseguida aparece el más antiguo de la zona, a Ponte da Fraga ou do Forno, obra de los frailes fundadores del monasterio de Aciveiro, probablemente anterior a este, y a cuya orilla surgirían posteriormente los lugares de Forno, Vilaverde y o Cotiño.
El siguiente en el recorrido, a Ponte Nova das Codeseiras, se hizo realidad en el año 1933, junto con la carretera de Ventas de Narón a Folgoso, obra de la II República. No muy alejado de este puente se encuentra el Pontillón do Porto das Buratas, obra de uno de los mejores canteros de Aciveiro, Francisco Doval Viéitez.
Volvemos luego a encontrar otro molino, con un puente que lo sirve sólo a el, a Ponte das Brañas, y, en el límite de la feligresía aciveirense, los dos puentes de Andón, a Ponte Vella, verdadera obra maestra del Románico popular ejecutada cuando San Gonzalo das Penas era abad del monasterio, en el siglo XV, y a Ponte Nova, que une Aciveiro con la carretera de Forcarei a Silleda.
Ya en la parroquia de Dúas Igrexas, a la cual entra el Lérez por los pueblos de Quintelas y Valiñas, se encuentra a Ponte Carballa, que tiene nueve vanos y dieciocho metros de largo, erguida también en los años de la II República, con el trabajo comunitario de los vecinos y con la ayuda del Ayuntamiento de Forcarei, que también la prestaría para construir el conocido como Ponte de Valiñas. Y despidiendo esta parroquia está a Ponte do Crego, vinculado a la hermosa leyenda de la rubia Loureiriña, que bajaba del cercano castro de Loureiro y se les aparecía a los viandantes. Este puente también se atribuye a San Gonzalo das Penas de Aciveiro.
Otros cuatro puentes atraviesan el Lérez en su paso por la parroquia de Forcarei: a Ponte de Xulián, que se derrumbó y tuvo que ser reconstruida; a Ponte Maril, que hoy sirve de entrada al Campamento juvenil que lleva el mismo nombre que el puente y que antaño servía para comunicar los pueblos de Espindo y Loureiro; a Ponte do Batán, por el que pasaban los canteros de Montes camino de Compostela, y a Ponte Gomaíl, el más hermoso puente de todos cuantos atraviesan el Lérez en el municipio, en permanente hermandad con el verde paraje que lo envuelve.
Cerca de todos los puentes encontraremos también, como vestigios de la era pretecnológica, un sinnúmero de molinos hidráulicos en atractivos lugares del río.
Para descargar folleto de ruta

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